Cómo enseñar a los niños a ahorrar e invertir
Ayuda a los niños a fijarse metas para su dinero para establecer buenos hábitos financieros de por vida.
Enseñar a los niños sobre el dinero no tiene que ser complicado.
Haz de estas lecciones sobre el dinero una parte de la vida diaria: ese es el consejo de Jayne Pearl, coautora de Kids, Wealth and Consequences:Ensuring a Responsible Financial Future for the Next Generation. Haciéndolo criarás niños que, cuando adultos, podrán mantener estabilidad pese a las subidas y bajadas financieras además de aprender de sus errores.
Enseña a tus hijos lo básico con los siguientes consejos.
Ganar dinero
Comienza de manera sencilla. Enséñale a tu hijo cómo ganar dinero. Puedes comenzar con poco; por ejemplo, un dólar por cada grado escolar en que está el niño, pagado una vez por semana. Anímalo a que divida el dinero entre gastos, ahorros y donaciones de caridad.
Establece metas financieras
Ayuda a tu hijo a pensar en una meta para sus ahorros. Sencillamente, pregúntale qué quiere que cueste más que, digamos, su asignación semanal. Ayúdales a que encuentren la mejor manera de ahorrar. Por ejemplo, ¿debería el niño ahorrar toda su asignación durante el número de semanas que le tome? ¿O ahorrar solo la mitad de su asignación por el doble de la cantidad de semanas? ¿Debería ahorrar su asignación más su dinero de cumpleaños?
Darles distintas opciones les muestra a los niños que ellos tienen algún control sobre la mejor manera de alcanzar sus metas.
Abre una cuenta de ahorros
Una vez que un niño entiende cómo funcionan los ahorros, puedes agregar otra lección acerca de invertir. Puedes mostrarle cómo un interés compuesto permite que el dinero se acumule más rápido que si lo deja en una alcancía. Como un siguiente paso, ayuda al niño a abrir una cuenta de ahorros bancaria simple. El niño puede contribuir dinero de asignaciones, regalos y trabajos como palear nieve o cuidar niños.
Este también es un buen momento para hablar acerca de las diferencias entre deseos y necesidades, aconseja Pearl, y puedes convertirlo en una lección divertida. Define deseos y necesidades (por ejemplo, un lugar seguro donde vivir, comida, ropa, educación y atención médica). Cuando tú y tu hijo se descubran uno al otro diciendo "necesito" en lugar de "quiero" (deseo), el culpable pone dinero en un frasco, el cual puede ser usado después en un deseo compartido o para una donación de caridad.
Busca oportunidades didácticas
Pon estas conversaciones en acción aplicando esas habilidades en el mundo real:
- Mientras estás haciendo compras, paga una compra con efectivo y otra con una tarjeta. Explica que la tarjeta de crédito no es dinero gratis y que tendrás que devolverlo al banco más tarde.
- Cuando tu hijo te pida un anticipo de su asignación, explícale que tendrá que devolverlo para una cierta fecha, tal y como tú lo haces con tu tarjeta de crédito.
- A tus hijos nunca les ocultes un problema financiero, diles que "cada familia, sin importar qué tan rica o pobre sea, pasa por ciclos, subidas y bajadas", dice Pearl. Juntos, propongan múltiples ideas para recortar gastos, como hacer pizza en lugar de ordenarla de algún lugar, o construir un muñeco de nieve en lugar de ir al cine.
- Pearl le permitía a su hijo conservar su dinero para el almuerzo de la escuela, si se preparaba su propio almuerzo la noche anterior. Él también hizo tablas de ahorros y colocó fotos de sus metas. "Si él veía algo más que quería, yo le decía, 'Bueno, te lo puedes comprar. Pero si lo haces, te tomará más tiempo ahorrar para tu meta'", dice Pearl.
Puedes ayudar a los niños a que hagan un seguimiento de inversiones revisando estados de cuenta con ellos, mostrándoles cómo hacer investigaciones financieras en Internet y contestando sus preguntas acerca del dinero. Si logras que se interesen desde una edad temprana, tendrán habilidades que podrán usar a lo largo de sus vidas.