Abrir una cuenta bancaria para un niño
Usa la edad de tu hijo como orientación para encontrar una cuenta bancaria que te ayude a enseñar lecciones de administración de dinero.
La toma de decisiones financieras acertadas en la edad adulta comienza con las lecciones aprendidas en la infancia. ¿Quieres ayudar a los niños a saber cómo administrar el dinero en el mundo "real"? Empieza por adaptar su etapa de desarrollo —desde niños pequeños hasta jóvenes adultos— a la cuenta bancaria adecuada en función de la edad, las necesidades y las metas.
¿Qué necesitas para abrir una cuenta bancaria para un niño?
Para poder abrir una cuenta conjunta con tu hijo, según U.S. Bank, necesitarás lo siguiente:
- Nombre, fecha de nacimiento y número de seguro social de tu hijo.
- Tu identificación con foto, tal como una licencia de manejo o el pasaporte.
- Tu número de seguro social.
- Información personal tal como la dirección, número de teléfono, dirección de correo electrónico.
- Un depósito inicial (en efectivo, cheques) según lo requerido por el banco.
Edades de 0 a 3 años: Cuenta de ahorros para un bebé
Abrir una cuenta bancaria para un niño a una edad temprana puede ser una gran idea, ya que te ayuda a comprometerte a enseñar a tu hijo sobre finanzas a lo largo de su vida. También puede ser una excelente manera de guardar el dinero que ganan, seguro y separado de tus cuentas. Por ejemplo, podrías comenzar depositando el dinero recibido en su baby shower y los cumpleaños en una cuenta creada para él.
Edades de 3 a 5 años: Construir los fundamentos
Aún antes de empezar a ir a la escuela, los niños pueden aprender los fundamentos sobre el dinero. Sin embargo, los niños de esta edad necesitan señales visuales para hacer tangibles las ideas. Acumular monedas y billetes en una alcancía con una explicación del valor de cada uno, es un buen comienzo. Una vez que la alcancía llegue a cierto nivel de "estar llena", ayuda a tu hijo a depositar el total en una cuenta de ahorros simple (y tal vez le permitas también darse un gusto).
Edades de 5 a 8 años: Establecer las prioridades
Distinguir entre deseos y necesidades es algo que la mayoría de los niños a principios de la escuela primaria puede hacer. Algunos padres también utilizan la regla de "gastar-ahorrar-donar" como forma de dividir el dinero: gastar un tercio, ahorrar un tercio, donar un tercio. Una cuenta de ahorros simple es una herramienta útil para guardar mesadas y regalos. Busca una opción que no tenga cuotas sin un saldo mínimo y que también tenga recompensas por hacer depósitos regulares en las cuentas de menores. Esto puede ser un factor de motivación para que tu hijo se abstenga de comprar un juguete y ahorre en su lugar.
Edades de 9 a 12 años: Ampliar los fundamentos
Los niños al final de la escuela primaria pueden comenzar a ganar dinero aquí y allá con tareas, y también pueden entender los fundamentos de elaborar un presupuesto, ahorrar para alcanzar una meta y ganar intereses. Una manera de ayudarles a aprender es hacerles que se fijen una meta de compra a unos meses de distancia (una cuenta de ahorro para niños puede ayudar). Una calculadora en línea puede ayudar a mostrar cuánto se tardará en acumular este total y ofrece una manera excelente de hablar sobre los fundamentos del interés compuesto.
Edades de 13 a 15 años: Vincular el dinero con la responsabilidad
A medida que crecen los niños, una cuenta de ahorros continúa siendo un elemento sólido en su creciente panorama financiero. Ese tipo de cuenta puede ayudar específicamente si los niños comienzan a ganar dinero regularmente o si tienen una meta de compra que está a algunos años de distancia, por ejemplo, un carro cuando tengan la edad suficiente para manejar.
Además, algunos de los niños de esta edad pueden estar listos para un acceso limitado, pero inmediato, al dinero: una cuenta de cheques con una tarjeta de débito prepagada o recargable (y con cuotas mínimas o sin ellas y un saldo mínimo bajo). Tú transfieres regularmente dinero a la tarjeta como una mesada, y tu hijo la utiliza como una tarjeta de débito o crédito regular. Se limitan a lo que está en la tarjeta, así es que nunca hay cuotas por sobregiro o por exceso de gasto.
Edades 16 a 18 años: Establecer independencia
Los niños de esta edad pueden comenzar a cambiar la administración del dinero hacia un enfoque de dos niveles: una cuenta de ahorros y una cuenta de cheques de estudiante. Algunos límites que pueden ayudar para esta última cuenta incluyen los límites de gastos y retiros establecidos por los padres o cuidadores. Además, este puede ser un buen momento para ayudar a tu hijo a crear más categorías de presupuesto formal para todo, desde bebidas de café hasta gasolina para el carro. Programa una reunión regular donde te sientes con él para revisar sus presupuestos y ver lo que realmente gastó y después ayúdale a hacer los ajustes necesarios.
Edades de más de 18 años: Maximizar la rendición de cuentas
A medida que tu hijo gana independencia, es importante que establezca buenos hábitos para monitorear sus gastos. Un último punto para comentar: Cualquier persona de más de 18 años puede verse inundada con ofertas de tarjetas de crédito. Habla sobre la importancia de establecer una buena puntuación crediticia y evitar el crédito fácil (y acumular deudas rápidamente) mientras son jóvenes.