¿Cuándo tiene sentido pedir un préstamo?

Pocos de nosotros pasamos por la vida sin haber solicitado préstamos o pedir dinero prestado. Pedir prestado dinero y pagarlo puede ayudarte a establecer un historial crediticio que puede facilitar la obtención de financiamiento cuando lo necesites. Pero es importante usar el crédito de manera responsable para que pueda beneficiar tus finanzas, en lugar de dañarlas.

Tipo de préstamos

Existen diferentes tipos de préstamos y para propósitos específicos. Los préstamos garantizados requieren un colateral y los préstamos no garantizados no requieren colateral. Por lo general, los préstamos garantizados tienen una tasa de interés más baja que los préstamos no garantizados. Esto se debe a que la entidad financiera asumirá un menor riesgo a la hora de prestarte dinero, ya que puede tomar posesión del colateral en caso de que la persona incumpla los pagos.

Estos son los tipos de préstamos más comunes:

• Préstamos personales. Estos préstamos pueden tener tasas de interés más altas en comparación con otros tipos de préstamos, ya que no están garantizados. Puedes usar el dinero para una amplia gama de propósitos, desde completar mejoras en el hogar hasta disfrutar de unas vacaciones.
• Préstamos para carros. Estos préstamos están garantizados y utilizarán el vehículo financiado como colateral. Dependiendo del carro que estés comprando, pueden ofrecer tasas bajas fijas de interés y, en algunos casos, incluso cero por ciento de interés.
• Préstamos hipotecarios. Estos son otro tipo de préstamo garantizado, y tu vivienda será el colateral. Dependiendo del tipo de hipoteca que solicites, puedes tener diferentes plazos, duración y tipos de tasas (variables o fijas).
• Préstamos estudiantiles. Estos están diseñados para ayudar a los estudiantes a pagar la universidad. En muchos casos, el gobierno ofrece los préstamos y pueden tener tasas de interés razonables. Dependiendo del préstamo que tomes, puedes comenzar a pagarlo después de graduarte. También puede ser beneficioso buscar otras opciones para ayudar a pagar la universidad, como becas y subvenciones.
• Préstamos para consolidación de deudas. Diseñados para reducir la tasa de interés general y consolidar la deuda de tu tarjeta de crédito en un solo pago, estos préstamos pueden ayudarte a organizar y administrar tus obligaciones crediticias.
• Préstamos sobre el valor neto de la vivienda. Estos incluyen préstamos y líneas de crédito (HELOC, por sus siglas en inglés). Estos se garantizan con el valor neto de tu vivienda como colateral. Por lo general, este préstamo o crédito se utiliza para mejoras importantes en el hogar u otras compras grandes. Es importante tener en cuenta que, si no cumples con tus pagos, podrías perder tu casa. Los préstamos suelen tener una tasa de interés fija, mientras que la línea de crédito tendrá tasas variables. Considera usar nuestra calculadora para ayudar a determinar cuánto tiempo tomará saldar un HELOC.
• Préstamos para el día de pago. Estos tipos de préstamos generalmente vienen con tasas de interés muy altas y deben pagarse en su totalidad en tu próximo día de pago. Las personas pueden obtenerlos para una emergencia, pero deben usarse con extrema precaución, ya que pueden conducir a un ciclo de deuda si no se administran adecuadamente.

Razones para pedir un préstamo

• Estás comprando una vivienda. Para realizar la compra de una vivienda, la mayoría de los compradores necesitan un préstamo hipotecario. Este tipo de financiamiento a menudo se considera una buena deuda porque una vivienda es una inversión que se prevé que aumente de valor con el tiempo. ¿La advertencia? Mira todo tu panorama financiero y tu presupuesto antes de tomar un préstamo hipotecario, y observa que estás comprando una vivienda que realmente puedes pagar.
• Estás ampliando tu educación. Si vas a ir a la universidad, estás terminando un título avanzado o necesitas capacitación adicional para avanzar en tu carrera, obtener un préstamo estudiantil puede ser una opción. Compara precios para obtener las tasas y el plan de amortización de deuda más favorables. Piensa en comenzar primero con las opciones de préstamos federales y luego pasar a las opciones privadas.
• Estás creando un hogar. Para empezar, necesitarás algunas cosas básicas, como una cama o un refrigerador. Los aparatos y los muebles esenciales a menudo se pueden comprar a través de financiamiento a plazos en la tienda, pero no te excedas. No todo en tu primer lugar tiene que ser nuevo. Las tiendas de segunda mano, las ventas de garaje y los miembros de la familia pueden ser buenas fuentes de mobiliario básico que te ayudarán hasta que puedas pagar los artículos que quieres.
• Estás consolidando deudas. Si tienes varias tarjetas de crédito con tasas de interés altas, tendría sentido obtener un préstamo para lograr una tasa de interés general más baja y pagos menores. La consolidación puede ser una opción. Pero ten en cuenta: Guarda esas tarjetas una vez que aproveches el préstamo para pagarlas. No acumules nuevos cargos mientras pagas el préstamo de consolidación.

Razones para evitar un préstamo

• Quieres comprar regalos navideños extravagantes. No es una buena idea pedir dinero prestado, ya sea a través de un préstamo o en tu tarjeta de crédito, para gastar por encima de tus posibilidades. En su lugar, trata de elegir formas significativas y menos costosas de recordar a los demás durante las fiestas. Tal vez crear un presupuesto para días festivos sea útil para futuros días festivos.
• Te gustaría tener una linda boda. Pedir un préstamo para una ceremonia y una recepción que no puedes pagar podría comenzar tu matrimonio con deudas. Reduce tus planes para que se ajusten a tu presupuesto, encuentra formas creativas de ahorrar dinero a través del proceso de planificación y concéntrate más en disfrutar del día especial.
• Necesitas unas vacaciones. Por lo general, viajar cuesta más de lo que crees, y si tienes que pedir un préstamo simplemente para hacer el viaje, es mejor que encuentres formas más económicas de relajarte y recargar energías.

Otras consideraciones sobre un préstamo

• Pide prestado solo lo que necesites. Si bien es tentador pedir prestado más, terminarás teniendo más que pagar y correrás el riesgo de socavar tu presupuesto.
• Compara precios para obtener buenas tarifas. Compara las tasas de interés y los plazos de pago. Si tienes una buena puntuación crediticia, es posible que puedas negociar una mejor oferta.
• Salda las tarjetas de crédito cada mes. Tener un saldo significa que pagarás más por cada compra que realices, en forma de cargo por intereses sobre la cantidad.
• Considera revisar tu informe crediticio tres veces al año. Obtén un informe cada cuatro meses de una de las tres agencias de crédito en annualcreditreport.com para confirmar que todo en tu informe es correcto y preciso.

Ahora que has aprendido información sobre los préstamos, es posible que desees usar las siguientes calculadoras para ayudarte a comprender las posibles cantidades de pago si decides obtener uno.

• Calculadora de préstamos general
• Calculadora de comparación de préstamos para carro
• Calculadora de línea de crédito sobre el valor neto