Consejos para administrar las finanzas y expectativas cuando se vive con hijos adultos
Ayuda a tus hijos a desarrollar hábitos financieros inteligentes mientras te mantienes atento a tus propias finanzas.

Vivir en la casa de sus padres puede ser una gran manera para que los hijos búmeran se ahorren dinero cuando apenas estén comenzando. Y muchos padres agradecen la oportunidad de tener a sus hijos de regreso en el nido por un tiempo razonable. De hecho, 15% de los adultos jóvenes cuyas edades oscilan entre los 25 y 35 años viven con sus padres.
A veces se necesita poner un poco de mano firme para enseñar a los adultos jóvenes que vivir con los padres es un privilegio y no un derecho.
Vivir con hijos adultos no debería arruinar tu seguridad financiera. Considera estos consejos para mantenerte atento a tus finanzas mientras ayudas a tus hijos a establecerse por sí mismos.
Establece expectativas claras
Define un período realista durante el cual tus hijos puedan quedarse a vivir contigo. ¿Por un año? ¿Hasta que reciban su primer aumento de sueldo? Lo que sea que aceptes, ponlo por escrito.
Sin servicio de habitaciones
Trata a tus hijos como los adultos que son, esperando que pongan también de su parte. Si trabajan, considera pedirles que ayuden con el alquiler a fin de que puedas costear cualquier gasto adicional de la casa. Si están desempleados, deberían contribuir cocinando, limpiando la casa o ayudando con las labores del jardín.
Fomenta la independencia
Claro que podrías pagarles la factura del teléfono móvil o llenarles el tanque de gasolina, pero ¿les ayudará eso a aprender a pagar por sus cosas y a ajustarse a un presupuesto? Por lo general es más rentable permanecer en un plan de teléfono móvil familiar que estar solo, pero considera pedirles que paguen lo que les corresponde.
Ayúdales a ahorrar
Si la meta al mudarse a la casa de sus padres es ahorrar, hazlos que cumplan. Considera guardar el dinero que aportan para el alquiler (si no lo necesitas), colocándolo en una cuenta aparte para ayudarles a empezar a ahorrar y a independizarse financieramente.
¿Deberías sentirte culpable por ello?
¡Por supuesto que no! Es posible que tus hijos se enojen y traten de hacerte sentir culpable por establecer reglas y expectativas. Mantente firme: las reglas serán solo para los adultos que vivan con sus padres. Trata además de aprovechar el tiempo que pasen juntos para cultivar tu relación con tus hijos y animarlos a independizarse.