Formas para ayudar a limitar el desperdicio de agua
Ahórrate dinero y dolores de cabeza al aprender cómo detener y prevenir fugas de agua antes de que empiecen.

Una llave de agua que gotea o una tubería con una fuga pequeña pueden parecer inofensivas, pero incluso las pequeñas cantidades de agua desperdiciada pueden convertirse rápidamente en problemas costosos. Ahórrate dinero y dolores de cabeza al aprender cómo detener fugas de agua y los posibles daños antes de que empiecen.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), las fugas de agua son responsables por un desperdicio estimado de 10,000 galones de agua al año en una vivienda. Y una pequeña fuga sin revisar puede convertirse en una piscina que causa problemas serios. El exceso de humedad puede destruir muebles, alfombras, paredes y más.
En un informe del 2020, el Instituto de Información de Seguros anunció que entre el 2013 y el 2017 el promedio de reclamos por heladas y daños causados por agua fue $10,234. En el 2017 las pérdidas por heladas y daños causados por agua fueron cerca del 19% de los reclamos por pérdidas presentados por propietarios de vivienda. El costo puede dispararse cuando la vivienda sufre además daños estructurales. El agua que no se detecta también puede ser un riesgo para la salud al favorecer el crecimiento de moho, hongos y bacterias. Escondidos detrás de las paredes, pueden empeorar alergias o asma y causar problemas respiratorios en los miembros sanos de la familia.
Afortunadamente, es fácil corregir las fuentes más comunes de filtración de agua. Por ejemplo, reemplazar rápidamente la válvula de descarga del inodoro o arreglar la llave de agua que gotea puede ahorrarte alrededor del 10% de tu factura de agua y podría ayudar a prevenir problemas más serios.
Cómo ahorrar agua y asegurar que tu vivienda esté en perfecto estado
Evaluar las tuberías
La tubería interior es una de las grandes innovaciones de la civilización, pero no es perfecta. Las tuberías que llevan agua son la fuente común de fugas. El riesgo aumenta cuando envejecen porque las uniones de la tubería pueden deteriorarse con el tiempo. Las causas comunes de las tuberías con fugas son:
- Oxidación o corrosión de tuberías de acero galvanizado o de uniones de metal y conexiones de PVC más nuevas o tubería de cobre.
- Demasiada presión de agua; las instalaciones y las mangueras de los aparatos pueden aguantar hasta cierta presión antes de fallar.
- Tuberías y mangueras agrietadas o rotas, lo que puede ocurrir con el tiempo, presión o congelamiento.
Para evitar estos problemas, reemplaza, si es posible, las tuberías galvanizadas por tuberías de plástico y contrata a un plomero cada cierto número de años para que inspeccione tus tuberías en busca de óxido. Si tu hogar tiene un regulador de presión de agua, ajústalo o contrata a un plomero para que atienda los problemas de presión. Por último, aísla las tuberías expuestas y las que están en el ático, sótano o semisótano. Una vez que una tubería tiene una fuga, es mejor pedirle a un profesional que la repare. Una señal que nos indica que hay una fuga es la disminución o inconsistencia de la presión de agua. Si notas tales problemas con tus llaves del agua, llama a un plomero.
Jugar a ser detective
Cuando te imaginas el daño causado por agua, puedes imaginarte un sótano inundado o una cascada de agua que sale de un inodoro. Pero la mayoría de los problemas no comienzan con salpicaduras gigantes; lo más común es que empiecen con una fuga pequeña que pasa desapercibida. La intervención temprana es clave. Esperar demasiado aumenta tu factura de servicios públicos y permite que se acumule agua hasta un punto destructivo que puede resultar en gastos de restauración costosos. ¿Cómo sabes si tu hogar esconde fugas de agua?
- Comprueba tu factura de agua: Revisa la cantidad de uso durante los meses más fríos. Un hogar de cuatro que utiliza más de 12,000 galones al mes probablemente tiene algunas fugas serias.
- Llama a tu compañía de servicio de agua: Pregunta si tu proveedor de servicios públicos tiene un programa de detección de fugas que alerta a los propietarios de vivienda acerca del uso inusualmente alto de agua. De ser así, investiga cómo funciona el sistema para que puedas tomar las medidas apropiadas.
- Lleva a cabo una comprobación del medidor: Registra la lectura de tu medidor de agua; luego cierra todas las llaves de agua dentro y fuera de tu hogar y asegúrate que nadie use nada que requiera agua durante dos horas. Registra la lectura de nuevo; si aumentó, probablemente hay una fuga. Estos procedimientos pueden ayudar a identificar la presencia de fugas, pero no te dicen sus ubicaciones. Eso requiere una investigación adicional, comenzando con examinar los culpables más comunes, tuberías, electrodomésticos, inodoros, llaves de agua y exterior del hogar.
Mantenerse alerta
Como afirmó Benjamín Franklin: "Una onza de prevención vale más que una libra de curación". Ayuda a proteger tu hogar contra daños causados por el agua al usar alarmas de fuga de agua en varios lugares estratégicos.
Estos sensores pueden detectar agua en áreas que son difíciles de ver; una alarma suena por algo tan pequeño como un dieciseisavo de pulgada de agua. Los detectores básicos que funcionan con baterías cuestan por lo regular de $5 a $10. Otros modelos, por aproximadamente $35, se conectan con sistemas de vivienda inteligentes, tales como, Wink y SmartThings. Usa las alarmas debajo o cerca de inodoros, fregaderos, refrigeradores con máquinas para hacer hielo, lavaplatos, lavadoras de ropa, calentadores de agua, cavidades de bomba de sumidero, humificadores para el toda la casa, aparatos de aire acondicionado de ventana y cualquier área que tuvo fugas anteriormente.
Evaluar todas las máquinas
Muchos electrodomésticos y sistemas mecánicos usan mucha agua. Cuando tienen problemas, pueden tener fugas y causar daños costosos. ¡El mantenimiento de rutina puede ayudar!
- Lavaplatos: Si una manguera tiene fugas o se revienta, puede inundar tu cocina rápidamente con galones de agua. El problema es más común con mangueras de caucho; por $20 reemplázalas con opciones más fuertes con tejido metálico.
- Lavadora de ropa: La mitad de las fugas resultan en líneas de suministro de agua que se rompen, que pueden aflojarse con la vibración y deteriorarse a través del tiempo. Revisa frecuentemente tus mangueras en busca de grietas y torceduras y reemplázalas cada tres a cinco años como parte del programa de mantenimiento proactivo.
- Calentador de agua: De acuerdo con Bob Vila, la duración promedio de un calentador de agua es de ocho a 12 años. Los calentadores de agua sin depósito pueden durar hasta 20 años. Angie's list recomienda drenar el tanque cada año. Comprueba anualmente si hay corrosión, fugas y un tanque con abultamientos. Pídele a un profesional que revise cada dos años las barras de ánodos para ver si tienen óxido.
- Humificador para toda la casa: Si la válvula de recarga de un humificador falla, el agua se puede filtrar directamente a tu alcantarillado. Inspecciona los equipos frecuentemente durante la temporada en que usas la calefacción y cierra el suministro de agua cuando no se esté usando.
Evaluar los inodoros
Considerando cuán a menudo los usamos, no es sorprendente que los inodoros sean fuentes comunes de fugas. De hecho, más de una tercera parte de todos los inodoros residenciales tienen al menos fugas pequeñas. Incluso peor, los daños causados por agua de los inodoros tuvieron un promedio de $15,000 en reclamos de propietarios de vivienda, de acuerdo con los registros de State Farm.
Es fácil encontrar la mayoría de las fugas de los inodoros. Diez minutos después de descargar, quita la cubierta del tanque. Si el nivel del agua está arriba del tubo de desborde, tienes una fuga.
Otra forma de comprobar: Pon varias gotas de colorante de alimentos en el tanque; si el color aparece en la taza dentro de 10 minutos, hay una fuga. Si la válvula del inodoro hace un ruido de silbido o de borboteo semirregular o constante, probablemente hay una fuga grande.
Algunas fugas de los inodoros son fáciles de arreglar, mientras que otras requieren de un profesional especializado. Antes de contratar ayuda, prueba reemplazar la válvula de llenado. A menudo, una válvula de llenado de caucho desgastada o torcida con un sellado malo es la razón del problema. Reemplazar esta parte de $5 es tan fácil, que la mayoría de los propietarios de vivienda pueden hacerlo por sí mismo. Si una válvula de llenado nueva no detiene la fuga, llama a un plomero. El problema podría ser una parte rota, tal como la válvula de recarga o un empaque o pasador suelto.
La mayoría de los problemas se pueden arreglar con poco dinero. Sin embargo, si el problema es un tanque o una taza agrietada, la única solución es reemplazar todo el inodoro. Cuando es necesario el reemplazo, considera invertir en un modelo con etiqueta de WaterSense. Esta certificación de terceros significa que el inodoro utiliza el 20% menos de agua que el estándar federal.
Evaluar las llaves de agua en busca de posibles fugas
El goteo de una llave de agua defectuosa o de un cabezal de la ducha es más que una molestia. EPA afirma que una fuga de una gota por segundo puede desperdiciar más de 3,000 galones de agua al año. Los daños causados por una fuga de agua en el fregadero pueden costar miles de dólares en reparaciones.
Las llaves de agua tienen muchas partes que se mueven que se pueden deteriorar, haciendo que sea un lugar común de fugas con el paso del tiempo. Hay cuatro tipos básicos de llaves de agua y cada uno se repara un poco diferente. Para detener una fuga lenta, primero reemplaza los accesorios desgastados del interior (arandelas, empaques, anillos-O, cartuchos y discos de cerámica) y asegúrate que están bien asegurados. Probablemente puedes encontrar un tutorial en línea.
También es buena idea quitar la acumulación mineral en el aireador una vez al año sacándolo y sumergiéndolo en vinagre. Si esos pasos no resuelven el problema, contrata a un plomero.
Recuerda además inspeccionar las llaves de agua en tu tina de baño o tu ducha, en el calentador de agua y en el fregadero de la lavandería y en los fregaderos de servicio, así como en el exterior de tu hogar.
Los cabezales de las duchas también pueden causar problemas relacionados con el agua, pero arreglar una fuga a menudo es tan sencillo como usar una cinta de teflón y una llave inglesa para reforzar la conexión entre el extremo de la tubería y el cabezal de la ducha. Reemplazar la arandela o el anillo-O dentro del cabezal de la ducha también puede hacerse. Así como con la llave de agua, también es bueno quitar el cabezal de la ducha anualmente y sumergirlo en vinagre.
Las fugas que no se resuelven con estos trucos pueden ser causadas por válvulas u otras partes que un plomero con licencia debería resolver.