¿Cuándo deberían dejar de manejar las personas de la tercera edad?
Sigue estos pasos para planificar de qué manera debes "jubilar del volante"a tu ser querido.
Decidir que un ser querido ya no puede manejar es una tarea difícil y dolorosa. Manejar les permite a los ancianos mantenerse activos e independientes, pero esos beneficios deben sopesarse considerando también la seguridad. Estudios realizados han demostrado que manejar se vuelve más peligroso a una edad avanzada. Las personas de la tercera edad se ven envueltas en un mayor número de accidentes mortales en la carretera en comparación con los demás. Los choques mortales aumentan marcadamente entre personas de 70 a 74 años, pero ocurren más a menudo entre conductores de 85 o más.
Evalúa los riesgos y capacidad de manejo de las personas de la tercera edad
El momento apropiado para que una persona mayor deje de manejar variará de una persona a otra, pero hay señales a las que debes prestar atención cuando tomes esta decisión. Entre las señales que indican que un conductor puede estar poniendo a otros y a sí mismo en peligro se encuentran las siguientes:
- no detenerse o ceder el paso ante semáforos y señales de alto
- perderse en áreas que deberían resultarle familiares
- incapacidad para mantener una velocidad constante
- frenar demasiado tarde o demasiado fuerte
- dificultad para incorporarse al tráfico y seguir el ritmo de los demás vehículos en tránsito
- estrés y
- cuasi accidentes frecuentes.
Los conductores de la tercera edad deben estar conscientes de cualquier posible problema de salud que pueda afectar su manera de manejar. La capacidad de manejo puede verse impedida por condiciones médicas, tales como:
- el Mal de Alzheimer
- la artritis
- las cataratas
- la diabetes
- el glaucoma
- una discapacidad auditiva
- la degeneración macular
- el Mal de Parkinson
- el apnea del sueño o
- un derrame cerebral
Escucha
El hecho de que no hayan hablado aún sobre su manera de manejar no quiere decir que tu ser querido no esté pensando también en ello. Quizás haya notado que tiene más dificultad al anochecer, por ejemplo. Ponle empeño y programa una reunión para que hablen en privado. Empieza formulando preguntas generales: Pregúntale si tiene amigos que han dejado de manejar, por ejemplo. O averigua si tu ser querido ha experimentado algún cambio en cuanto a su capacidad visual. Mantén la mente abierta y haz énfasis en cuánto te preocupa la seguridad de tu ser querido (y la de las demás personas que comparten la carretera).
Obtén la ayuda de su médico
El médico del conductor puede ser el recurso más importante, ya que tiene acceso a los expedientes médicos del conductor y está capacitado para evaluar este tipo de situaciones. Si tienes alguna inquietud al respecto, díselo al médico del conductor o a su oftalmólogo y sé lo más específico posible.
Por ley, los médicos no pueden compartir información médica sin permiso del paciente, pero podrán evaluar su seguridad y ayudar al conductor a tomar las medidas correctas.
Trázate un plan
Manejar a solas implica mucho más que ponerse al volante. Se trata también de poder ir al supermercado cuando deseen o visitar amigos sin importar el día o la hora. Ofrece alternativas para facilitar la transición a un futuro que podría no incluir la posibilidad de manejar solo. Entre ellas se podrían incluir opciones de viajes compartidos como Uber o Lyft, muy difundidas hoy día, o bien manejar de día únicamente.
La conversación podría comenzar con rabia y negativas, pero trata de mantenerte amable y compasivo En la medida de lo posible, evita los conflictos y demuestra empatía más bien. Después de todo, algún día quizás alguien tenga la misma conversación contigo.