Qué hacer cuando no puedes pagar tu hipoteca
Atrasarte en el pago de tu hipoteca puede ser tan serio como estresante. Sigue leyendo para saber más sobre los recursos disponibles de asistencia con la hipoteca, y los pasos tangibles que puedes dar.
La vida es complicada y puede llegar un momento en que resulte difícil pagar la hipoteca. Las posibles causas son infinitas: emergencias inesperadas, como los costos de un accidente de carro, reparaciones importantes en la vivienda, la pérdida del empleo o gastos médicos imprevistos. En pocas palabras: la vida te da sorpresas. La forma en que respondes a estas dificultades puede tener un impacto significativo en tu situación. Si enfrentas la posibilidad de perderte de hacer un pago de la hipoteca, te convendría considerar estas estrategias sobre qué hacer si no puedes pagar tu hipoteca.
¿Qué pasa si no pagas tu hipoteca?
No pagar la hipoteca es el primer paso de una serie de situaciones que podrían terminar en una ejecución hipotecaria, pero no tiene por qué ser así. Cuando dejas de hacer dos pagos consecutivos de la hipoteca, tu prestamista te enviará un aviso por escrito en el que se describen las opciones de ayuda y dónde puedes encontrar más información. El proceso de ejecución hipotecaria solo puede iniciarse después de que la hipoteca siga sin pagarse durante al menos 120 días, y solo si antes se han revisado opciones para evitarla.
No puedo pagar mi hipoteca, ¿qué opciones tengo?
Si no puedes pagar tu hipoteca, puedes considerar varias opciones. Aunque no hay una solución única para esta situación, puedes investigar las opciones disponibles y decidir cuál se adapta mejor a tus necesidades.
Comunícate con tu prestamista
Habla con tu prestamista hipotecario y explícale tu situación. Los prestamistas manejan casos de impago todos los días y están familiarizados con una variedad de distintos recursos para ayudar a pagar los costos de la hipoteca. Comunícate con tu prestamista para averiguar si eres elegible para algún programa de ayuda. Antes de llamar, ten lista una explicación de por qué no puedes hacer tu pago y si el problema es temporal o permanente. Prepárate para dar detalles sobre tus bienes actuales, incluyendo los fondos en tus cuentas bancarias, tus ingresos y tus gastos mensuales.
Los prestamistas pueden ponerte en contacto con tu administrador hipotecario, que es una compañía que se encarga de las operaciones diarias de tu hipoteca después de que entra en vigor oficialmente. Estas compañías están familiarizadas con lo que sucede si no puedes pagar tu hipoteca y trabajarán contigo para ayudarte a evitar que esto pase.
Indulgencia hipotecaria
Las instituciones prestamistas pueden autorizar una indulgencia hipotecaria, un acuerdo temporal que implica pausar o reducir los pagos mensuales por un período determinado, normalmente en respuesta a acontecimientos inesperados, como gastos médicos o daños a la vivienda por desastres naturales. La indulgencia hipotecaria puede proporcionar un alivio temporal a los prestatarios que se enfrentan a circunstancias imprevistas, aunque el importe total del préstamo aún debe pagarse.
Modificación del préstamo
Si tu prestamista te ofrece una modificación del préstamo, esto puede implicar cambios en el período de amortización de la deuda, los importes de los pagos mensuales u otros términos, según el tipo de hipoteca que tengas. Si estás pensando en modificar tu préstamo, lee atentamente las nuevas condiciones del préstamo para poder evaluar con confianza si es la opción más adecuada para ti.
Refinanciamiento
Un refinanciamiento reemplaza tu préstamo actual por uno nuevo. Esta opción puede permitirte obtener nuevos términos y también te permite buscar un nuevo acuerdo de préstamo con una institución prestamista diferente. Si estás pensando en refinanciar tu vivienda y quieres saber más del tema, lee nuestro artículo sobre el refinanciamiento y cuándo puede ser de utilidad.
Plan de amortización de deuda
Un prestamista puede trabajar con un prestatario para crear un plan de amortización de deuda cuando este no puede realizar los pagos del préstamo a tiempo. Este acuerdo estructurado establece un calendario de amortización de deuda basado en la situación financiera actual del prestatario. A menudo se usa después de un período de indulgencia hipotecaria. Puede ser una herramienta útil para las personas que están trabajando para poner en orden sus finanzas y no están en condiciones de hacer inmediatamente los pagos de su hipoteca.
Alquilar la vivienda
Si eres un propietario de vivienda, convertirte en un arrendador alquilando tu vivienda o incluso solo una parte de ella podría ser una opción por considerar. El ingreso adicional proveniente de los inquilinos puede ayudarte con los pagos de la hipoteca. Sin embargo, ten en cuenta que seguirás siendo responsable del mantenimiento y las reparaciones de la propiedad.
Venta de la vivienda
En algunos casos, puede ser ventajoso simplemente vender tu vivienda y usar los ingresos de la venta para saldar la hipoteca. Esta es una decisión importante y requiere mucha reflexión. Si estás pensando en vender tu vivienda, tendrás que determinar su valor en comparación con el saldo restante de la hipoteca.
Venta corta de la vivienda
La venta corta de una vivienda o "short sale" se produce cuando el propietario vende su propiedad por menos del saldo pendiente de la hipoteca. Esta opción se suele considerar cuando la única otra alternativa es la ejecución hipotecaria. El prestamista debe aprobar la venta corta. Incluso después de la venta, puede quedar una deuda pendiente, conocida como un déficit, que aún se debe al prestamista. En algunos casos, el prestamista puede aceptar renunciar al déficit una vez completada la venta corta. Aunque una venta corta supone una pérdida económica importante al compararla con la inversión inicial del prestatario en la vivienda, a veces puede ser una opción mejor que la ejecución hipotecaria, tanto para el prestatario como para el prestamista.
Escritura en lugar de ejecución hipotecaria
Una escritura en lugar de una ejecución hipotecaria es un acuerdo entre un prestamista y un prestatario para evitar la ejecución hipotecaria. El prestatario renuncia a la propiedad de la vivienda transfiriendo la escritura al prestamista. A cambio, el prestamista se compromete a no hacer una ejecución hipotecaria de la vivienda. Este acuerdo permite que el prestatario evite el proceso de ejecución hipotecaria y que el prestamista recupere potencialmente las pérdidas derivadas de la deuda no pagada.