¿Deberías reparar o remplazar tu carro?
¿En qué casos deberías repararlo y cuándo es tiempo de comprar otro?
Tu vehículo te ha servido de transporte diario para ir al trabajo, hacer viajes por carretera y mucho más, proporcionándote millas de recorrido. ¿Cómo decidir si es mejor repararlo o cambiarlo por uno mejor? Estas son algunas de las preguntas clave que debes hacerte.
¿Cuánto cuesta tu carro al mes?
Aunque ya esté pagado, no te olvides de la gasolina, el seguro y el mantenimiento. Calcula el valor total de estas tres categorías de gastos para el año pasado más cualquier impuesto o cuota, y divídelo entre 12 para obtener el promedio mensual de costos de tu vehículo.
¿Las reparaciones que necesita son caras?
Una sola reparación no significa necesariamente que sea hora de cambiarlo. Varias reparaciones seguidas podrían indicar que sí. Pídele a tu mecánico que te haga una evaluación honesta de todos los problemas actuales y potencialmente futuros que podría presentar tu vehículo. Compara los costos totales de reparación y los costos mensuales del vehículo con lo que te costaría un vehículo nuevo mensualmente.
¿Cuánto vale tu carro?
Ingresa la información de tu vehículo en un sitio web gratis y de confianza —como Kelley Blue Book® o National Automobile Dealers Association— para ver cuánto podrías obtener si vendieras o cambiaras tu vehículo. Considera esa cifra en comparación con lo que costaría una reparación cara y los costos anuales de mantenimiento.
¿Te parece que corres peligro?
¿Te preocupa que tu vehículo se descomponga en plena carretera o sientes a veces que tu seguridad corre peligro cuando manejas? Los vehículos más recientes vienen con muchas prestaciones de seguridad fantásticas, tales como bolsas de aire avanzadas, mejor maniobrabilidad, cámaras de retroceso y sistemas de alerta para cuando el vehículo se salga del carril.
¿Cuánto te costaría realmente un carro nuevo?
Averigua todo sobre tu próximo vehículo. Calcula el precio —menos lo que te darían por entregar tu vehículo como valor de canje o pago de enganche— y determina cuál sería tu posible pago mensual con financiamiento. Añade un estimado de los gastos mensuales de gasolina, seguro y demás cuotas.
Compara este pago mensual con tus costos actuales para que tengas una idea clara de cuál es la diferencia e impacto que tendría en tu presupuesto. Si te parece demasiado, considera apartar mensualmente lo que puedas, colocándolo en un fondo para gastos de vehículo. Esto te serviría para cubrir reparaciones inesperadas o un futuro pago de enganche para otro vehículo.
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Si decides comprar un carro nuevo, asegúrate de revisar estos consejos de mantenimiento.
