Desglose del presupuesto
Puedes tener un presupuesto y aun así vivir la vida que deseas. Tener un presupuesto es un recurso sencillo y confiable para deshacerse de deudas no deseadas, alcanzar las metas financieras, vivir un estilo de vida financiero más saludable y mantener un verdadero bienestar financiero.
¿Qué es un presupuesto?
Un presupuesto es una estrategia de gastos que te ayuda a organizar tus finanzas cada mes.
¿Por qué son importantes los presupuestos?
Crear un presupuesto puede ayudarte a controlar los hábitos de gasto y hacer que tu dinero trabaje para ti. Los presupuestos crean estabilidad financiera. Pueden ayudarte a:
- Crear hábitos de gasto saludables.
- Prepararte para emergencias.
- Mejorar tu puntuación crediticia.
- Ahorrar para las compras grandes como una vivienda o un carro.
- Prepararte para una jubilación cómoda.
Los presupuestos son fundamentales para que vivas tu vida de la mejor forma, tanto hoy como en el futuro.
Establece unas metas
Ahora que ya sabes lo que es un presupuesto, el siguiente paso es crear uno. Pero primero deberás identificar tus metas financieras para ayudarte a crear un presupuesto que se ajuste a tus necesidades. Usa esta guía de presupuesto para ver cuánto dinero ingresas y cuánto es necesario gastar. Lo que sobra se puede utilizar para ayudarte a alcanzar tus aspiraciones.
Si te preguntas por dónde empezar, es con una meta a largo plazo. Siéntate, hazte preguntas serias sobre el futuro y fíjate en dónde se dirige tu mente. Sé específico y honesto contigo mismo. Si estás teniendo dificultades centrándote en ese objetivo, revisa nuestra herramienta para establecer metas financieras y acceder a consejos sobre cómo ver con claridad tus metas financieras a largo plazo.
Procede a tomar esa meta y dividirla en metas similares y más pequeñas que se sientan factibles. Ponerte un objetivo muy alto puede hacer que pierdas la motivación y el entusiasmo. Al organizar tus metas pequeñas, es útil usar el acrónimo "SMART" (por sus siglas en inglés, eSpecífico, Medible, Alcanzable, Realista y comprometido con el Tiempo):
- Específico: Una meta específica es algo bien definido e identificado.
- Medible: Una meta medible puede ser cuantificada.
- Alcanzable: Una meta alcanzable es algo que es posible.
- Realista: Una meta realista es algo que pueden lograr tú u otros.
- Comprometido con el tiempo: Una meta comprometida con el tiempo tiene una fecha límite.
Una vez que hayas alcanzado tu meta, díselo a tus amigos, apúntala o haz un cuadro de visión, si eso es lo que te gusta. Haz lo que sea necesario para que continúes recordándote cuál es la meta global. Una vez que tengas claras tus intenciones será más fácil establecer un presupuesto que se ajuste a tus necesidades, y la regla de 50/30/20 es una manera fácil de empezar.
Y sin darte cuenta, estarás avanzando en un camino totalmente nuevo de buenos hábitos de ahorro.
Cómo crear el presupuesto adecuado para ti
Hay tres tipos de gastos a tener en cuenta cuando estés creando tu presupuesto.
- Fijos: Cantidades que no cambian a menudo (alquiler, hipoteca o pagos del carro)
- Variables: Pueden cambiar basados en el uso o compra (comida, gasolina y cuidado personal)
- No mensuales: Gastos que pueden ocurrir inesperadamente (emergencias, regalos o viajes)
Ingresos - gastos fijos - gastos variables - gastos no mensuales = dinero para lograr tus metas
Los gastos no mensuales y los fondos de emergencia son parte de un presupuesto diseñado inteligentemente. Cada uno requiere planificación y esfuerzo con propósito. Los fondos de emergencia te ayudan a evitar el uso de tarjetas de crédito y eliminan la necesidad de sacar dinero de otras metas de ahorro cuando ocurran eventos inesperados. Te ayudan a tener suficiente dinero en efectivo a mano para cubrir deducibles e incidentes menores. Para fondos de emergencia, trata de ahorrar el dinero suficiente para cubrir entre seis y nueve meses de gastos esenciales. ¡Considéralo un seguro para tu presupuesto!
Para empezar, imagina que tu presupuesto tiene dos partes:
- Dinero que entra
- Dinero que sale
Si es más el dinero que sale que el dinero que entra, revisa si hay áreas en las que puedas hacer algunos recortes. Cuando se trata de cambios en tu presupuesto o en tus hábitos de gasto, no te apresures a hacerlo todo en un día. Tendrás más probabilidades de éxito si tomas pasos pequeños para lograr el cambio.
Organiza tus finanzas
Ya tienes unos cimientos sólidos sobre los cuales construir, ahora hablemos sobre cómo organizar ese presupuesto.
Aquí tienes unas opciones a considerar:
- Asigna compartimentos para tus gastos: Organiza tus cuentas y asigna una cuenta para cada gasto.
- Distribuye tu dinero en varias cuentas: Puedes utilizar transferencias automáticas entre múltiples cuentas para separar el dinero de tus gastos y tus metas.
- Presta atención a los hábitos de gasto: Automatiza los gastos más rutinarios para ayudarte a afianzar y proteger los buenos hábitos de gasto.
- Programa transferencias automáticas: Las transferencias automáticas entre múltiples cuentas pueden ayudarte a separar tus gastos y asegurar que no te saltes ningún pago.
- No automatices los malos hábitos
- Deposita dinero en tus cuentas: Asegúrate de que tienes dinero disponible en tu cuenta cuando uses los pagos automáticos.
- Programa recordatorios: Establece recordatorios y revísalos con frecuencia para confirmar que el sistema de las múltiples cuentas funciona para ti.
Revisa de manera realista y detallada tu resumen de gastos recientes
Ya sea que quieras gastarlo todo, ahorrarlo todo o una combinación de ambos, asegúrate de hacerlo a propósito. Tener un plan para tu dinero antes de que llegue a tu cuenta puede ayudarte a resistir el deseo de gastarlo antes de recibirlo o de gastar más de lo que recibes. El dinero puede desaparecer rápidamente, sobre todo cuando no estás llevando un control de dónde y cuándo lo gastas.
Ya sea que uses una aplicación, computadora o papel y lápiz, escoge un sistema para crear un presupuesto que funcione para ti. Empieza llevando un control de dónde estás gastando el dinero. Revisa cuidadosamente los gastos que se salen de lo planeado. Generalmente, los encuentras en tus gastos variables. Un resumen de tus gastos te dará un punto de partida para crear un presupuesto realista y personalizado que sea más fácil de cumplir.
Si sabes a dónde va tu dinero, puedes descubrir dónde puedes hacer recortes en tus gastos.
- Haz una lista con todos tus gastos de los últimos 3 meses y saca un promedio: Si creas una lista de todos tus gastos (y luego los ordenas por categorías y sacas un promedio) podrás hacerte una idea de cuáles son los lugares para empezar a hacer cambios en tus gastos. Por lo general, los gastos detallados del día a día son los que pueden recibir el mayor y más rápido impacto. Por eso, es importante mirar detenidamente en qué estás gastando.
- Determina si los gastos reflejan tus prioridades: En pocas palabras, tus gastos deberían reflejar las prioridades en tu vida.
- Dile a alguien en quien confías una cosa que quieras cambiar cada semana: Podría ser menos fácil dar una excusa si tienes a un amigo, cónyuge o padre de tu lado. Cuéntales cuál es tu meta y pídeles que te hagan seguimiento. Los gastos podrían parecer menos como una necesidad si sabes que tendrás que explicarle la razón de la compra a alguien (que no eres tú).
Aquí te mostramos algunas ideas de planificación de gastos para ayudarte a cumplir con lo planeado:
Establece un presupuesto semanal, empezando el lunes.
Cuando se termine el dinero que habías designado para la semana, no gastes más esa semana. Esto te ayudará a ser más selectivo durante la semana al decidir cuánto gastarás en eventos y comidas o café fuera de casa, por nombrar algunos ejemplos. Especialmente, si eres más propenso a gastar más cuando llega el fin de semana, puede ser útil tener una idea de cuánto te sobrará durante la semana.
Días sin gastos
¿Cuántos días al mes puedes convertir en días sin gastos? Llevar un control de tu progreso puede ayudarte a ver qué has logrado y mantenerte motivado. Ciertamente, hay días en los que es imposible no gastar, y no pasa nada.
Sal de noche solo con dinero en efectivo
¿Tienes planes de noche? ¿Un festival callejero? ¿Un paseo de fin de semana? Lleva solamente el dinero en efectivo que hayas designado para la ocasión. Evita las compras sorpresa (o impulsivas).
Compartir vehículo vs. viajar solo
¡Los viajes compartidos ofrecen muchas opciones! ¿Tienes tiempo de sobra? Haz el viaje en un vehículo compartido, en vez de viajar solo. Ahorrarás unos cuantos dólares y es posible que hagas amigos.
Aumenta tus ahorros
Pon en marcha tus ahorros y la planificación para tu futuro. Aquí tienes algunas opciones para tener en cuenta sobre tu plan de ahorros:
- Primero, considera tener grupos de ahorros distintos.
- Incrementa tu fondo de emergencia para ayudar a proteger tu presupuesto de lo inesperado, como reparaciones del carro o la vivienda. Calcula cuánto necesitas.
- Considera las opciones de jubilación de tu empleador (generalmente un 401k) o un IRA. ¿Ya estás ahorrando? Piensa en incrementar tus contribuciones.
- Deposita dinero adicional en tu Cuenta de Ahorros para la Salud (HSA, por sus siglas en inglés) si anticipas que tendrás facturas médicas.
Enfócate en pagar tus deudas
Haz una lista de todas tus deudas, sus tasas de interés y los saldos restantes. Luego, haz una lista de prioridades de acuerdo con tu estrategia de pago, ya sea enfocada en la tasa de interés o empezando con el saldo más bajo. Cuando saldes una deuda, añade la cantidad que estabas pagando a la siguiente deuda.
Invierte en ti mismo
¿Te interesa encontrar otro trabajo o dedicarte a una nueva oportunidad de negocio? Puedes invertir en tu futuro actualizando tu computadora portátil o tomando un curso acelerado sobre una destreza específica. Disfruta del dinero que ganas diseñando un plan con el que te sientas bien. Aunque la mayoría de los ahorradores prudentes buscan el equilibrio entre gastar y ahorrar, recuerda que, en realidad, se trata de dedicar tu dinero a lo que es más importante para ti.