¿Debería cerrar mi tarjeta de crédito después de pagarla?
Mantener abierta una tarjeta de crédito vieja para mejorar tu puntuación crediticia, pero solo si puedes evitar la tentación de gastar.
¿Es mejor cancelar las tarjetas de crédito no utilizadas o mantenerlas?
Dejando abierta una tarjeta de crédito vieja, y utilizándola responsablemente, puedes maximizar sus efectos positivos en tu historial crediticio.
Finalmente saldaste ese molesto saldo de la tarjeta de crédito. ¡Felicitaciones! Tal vez sientes que esa deuda te ha estado abrumando desde la universidad. O quizás esa tarjeta de una tienda que pediste de forma espontánea para obtener un 20% de descuento en ropa de verano se salió de control (aunque valió tanto la pena... en ese momento). Pero ahora ese balance está saldado. Enorme suspiro de alivio; no más esa ansiedad por el APR. ¿Y ahora qué?
"¿Debería cerrar mi tarjeta de crédito recién saldada?", te preguntas. Bueno, considera esto primero. Conforme te alejas de tus viejos hábitos crediticios, puedes sentir la inclinación a dejar de usar completamente una línea de crédito o cancelar del todo la tarjeta. Pero no vayas tan rápido. Ese plástico puede tener un impacto positivo en tu puntuación crediticia a largo plazo, ayudándote a subir más en la escalera crediticia y superar tu puntuación más alta, incluso si no la usas regularmente —pero solamente si puedes evitar la tentación de gastar de más—.
¿Es malo tener una tarjeta de crédito que nunca usas?
Una tarjeta abierta y activa (con un poco o nada de saldo) puede ayudar a tu puntuación crediticia de dos maneras teniendo un impacto positivo en:
- la duración de tu historial crediticio, o
- tu índice de utilización crediticia (una manera elegante de decir cuánto crédito tienes disponible en comparación con cuánto de ese crédito estás utilizando).
Al dejar una tarjeta abierta, y nunca o rara vez usarla, estás maximizando su efecto positivo en tu historial crediticio.
¿Cómo ayuda eso a mi puntuación crediticia?
Piensa en tu puntuación crediticia como una buena ensalada: se compone de cinco ingredientes (35% historial de pago, 30% índice de utilización, 15% duración/antigüedad del historial crediticio, 10% mezcla de créditos, 10% número de consultas); cualquier ingrediente estropeado puede arruinarlo todo.
Una tarjeta de crédito activa, utilizada ocasionalmente, puede ayudarte a mantener y mejorar tu puntuación crediticia impactando positivamente en un par de aspectos esenciales de tu historial crediticio. PERO (siempre hay un pero) recuerda: quieres esforzarte por equilibrar todos los aspectos de tu puntuación. Por eso es tan importante usar el crédito de manera estratégica y responsable. Estos buenos hábitos de uso del crédito te ayudarán a ahorrar dinero y a pagar menos intereses a largo plazo, y los resultados de tu buena puntuación te beneficiarán en el futuro cuando las compras más grandes (carro, casa, iniciar un negocio) se te presenten.
Si eres alguien que quiere mantener o mejorar su puntuación crediticia (léase: todos), aquí tienes algunas formas en las que puedes seguir usando esa línea de crédito a tu favor para mantener tu puntuación crediticia subiendo.
¿Cuáles son algunos consejos de crédito?
- Utiliza tu tarjeta solo para pagar pequeños cargos recurrentes (como la membresía del gimnasio o la factura del teléfono celular), pero nada más. De esta manera mantendrás la tarjeta de crédito activa y en buen estado, mientras continúas construyendo un historial crediticio positivo. Ventaja adicional: saldar a tiempo la tarjeta de crédito por completo cada mes demuestra tu capacidad de pago. Solo recuerda, si estás tentado de gastar más de la cuenta cuando tienes el plástico en el bolsillo, tal vez quieras hacerlo en combinación con las dos siguientes sugerencias.
- Congela tu tarjeta. Sí, puedes congelar literalmente tu tarjeta. Congela en hielo una tarjeta vieja (pero aún abierta/activa) para que tengas que esperar, o esforzarte, hasta que se descongele para poder utilizarla para una compra impulsiva. Eso te dará algo de tiempo para que pienses si en realidad necesitas esos agradables ($$$) zapatos en oferta o si sería mejor invitar a tus amigos a casa para hacer una parrillada en la terraza en vez de ir afuera a una costosa cena espontánea en la ciudad.
- Quita la información de tu tarjeta de cualquier sitio web en donde esté guardada en tu cuenta. Entre más difícil sea hacer compras compulsivas en línea (las ofertas son buenas, lo entendemos), mejor. Es menos probable que cedas ante una compra impulsiva si tienes que ir a buscar la tarjeta, recordar tu nombre de usuario y contraseña, e ingresar manualmente toda la información de la tarjeta.
¿Ahora qué?
Tu puntuación crediticia son tres pequeños dígitos que tienen un gran impacto en tu futuro —tasas hipotecarias, préstamos para carro y otras responsabilidades— así que piénsalo dos veces antes de cerrarla para siempre. Solo recuerda la prioridad No. 1: mantén tus gastos bajo control y utiliza ese acceso a crédito de manera estratégica y responsable.