Graduarse de la universidad marca un logro importante en las vidas de los jóvenes adultos. Para muchos, es la primera vez que serán responsables por completo de sus propias vidas financieras. Y cómo de bien, o de mal, se enfrenten con estas nuevas responsabilidades financieras puede tener un impacto que se extienda durante mucho tiempo en el futuro.
Así que, ¿qué pasos debería tomar un recién graduado de la universidad para empezar con el pie derecho financieramente hablando?
Primeros pasos para la seguridad financiera
Graduarse de la universidad prepara a un individuo con las herramientas intelectuales necesarias para tener éxito en su carrera profesional. Ése no es necesariamente el caso cuando se trata de entender el dinero y cómo administrarlo. Pero los pasos básicos para empezar son bien sencillos por lo general:
- Crear un presupuesto: Crea un presupuesto mensual que incluya todos tus gastos, para que no vivas por encima de tus posibilidades. Preparar un presupuesto puede ayudar a identificar oportunidades para hacer un mejor uso de tu ingreso actual.
- Deuda: Muchos graduados de la universidad comienzan sus carreras profesionales con deudas estudiantiles importantes. Comienza con la deuda con la tasa de interés más alta y liquida tu deuda tan agresivamente como puedas. No aumentes tu deuda innecesariamente.
- Cuentas de ahorro: ¡Págate tú mismo primero! Comienza por crear un fondo de emergencia con la meta de ahorrar lo suficiente para cubrir los gastos de seis meses. Luego, proponte otras metas de ahorros, como el pago de enganche de una vivienda.
- Administración de riesgos: Protégete tú mismo con seguros de salud, de vida y de incapacidad necesarios. Protege tus pertenencias con seguro de automóviles y de inquilinos o de propietarios de vivienda . Saca el mejor provecho del programa de beneficios para el empleado de la compañía al aprovechar cualquier seguro de grupo disponible.
- Jubilación: Empieza a contribuir al 401(k), 403(b) u otro plan de pensión de tu empleador. Si hay disponible un plan 401(k), contribuye al menos el porcentaje mínimo para ser elegible para que recibas la aportación equivalente del empleador. Si tu empleador no ofrece un plan de jubilación, abre un IRA y programa contribuciones automáticas.
- Planificación del patrimonio: Trabaja con un abogado para desarrollar un testamento y un plan de patrimonio que transfiera tus bienes lo más eficientemente posible y con el menor pago de impuestos. Controla las decisiones sobre el cuidado de la salud que afecten a tu vida y a la de tu familia al trabajar con tu abogado para documentar legalmente tus deseos.
- Obtén una educación financiera: Aprende cómo "utilizar" el dinero . Es importante que entiendas bien las inversiones, los seguros, los impuestos sobre la renta y los beneficios del empleado.
Obtén ayuda cuando sea necesario
El asesoramiento y la guía de profesionales financieros capacitados y con experiencia pueden ser muy valiosos. Muchas familias tienen relaciones existentes con profesionales financieros que estarán felices de ofrecer sus servicios a una generación más joven. Los amigos y compañeros de trabajo son buenas fuentes de referencias de las personas con quienes trabajan y en quien confían.