Consejos básicos para manejar en invierno
Aprende cómo manejar en nieve, niebla densa, hielo y más.
Incluso si no experimentas tormentas invernales a menudo, sigue siendo importante saber cómo manejar en las condiciones de cualquier temporada. ¿Cómo deberías responder si al manejar encuentras clima invernal? Deberías preparar tu carro para el invierno primero y aprender después de los siguientes ejemplos.
La opción más segura es evitar, en lo posible, manejar cuando haya mal tiempo.
Lluvia intensa
Si estás en una tormenta, evita frenar de golpe o corregir abruptamente la dirección del volante. Si tu vehículo comienza a deslizarse sobre el agua, suelta el pedal del acelerador lentamente y mantén el volante recto hasta que recuperes el control.
Niebla densa
La niebla densa hace que te resulte más difícil ver tus alrededores y que otros te vean. Si te encuentras en medio de una densa niebla, aquí encontrarás algunos pasos a seguir para mantenerte a salvo.
- Si las tienes, usa las luces antiniebla de tu vehículo. Las luces antiniebla te ayudan a iluminar la carretera e incrementan la posibilidad de que los demás conductores te vean. Algunos vehículos tienen luces antiniebla traseras, las cuales ayudan a quienes van detrás de ti a divisar tu vehículo a lo lejos.
- Mantén las luces delanteras bajas (las altas solo reflejan la niebla y no iluminan la carretera).
- Mantente a la derecha del camino.
- Si necesitas hacerte a un lado, muévete lejos del tráfico y apaga tu luces: Es posible que otros conductores vean luces traseras y piensen que estás en el carril de tráfico, lo que puede hacer que se salgan de la carretera.
Condiciones de hielo
Cuando las carreteras estén cubiertas de hielo, debes evitar hacer giros o corregir bruscamente la dirección del volante y evitar frenar de golpe, lo cual podría hacer que tu vehículo patine. Cuando te acerques a una cuesta, espera antes de subir hasta que el vehículo que va frente a ti haya subido. Cuando vayas cuesta arriba, maneja a una velocidad constante, pero evita hacerlo demasiado rápido, ya que podría hacer que te desvíes bruscamente.
Clima con nieve o carreteras cubiertas con nieve
Cuando haya nieve en las carreteras, no podrás parar ni maniobrar tan rápido como de costumbre. Aquí encontrarás algunos pasos a considerar cuando veas nieve en las carreteras.
- No rebases a los camiones que quitan la nieve o esparcen arena: es probable que estén tratando de limpiar la vía.
- Acércate despacio a las intersecciones y frena suavemente para que no patines. Si te deslizas, gira el volante en la dirección en que se deslice tu vehículo.
- Evita usar el control de crucero.
- Maneja más lento de lo normal, aumenta al doble, aproximadamente ocho segundos, la distancia habitual de separación entre tu vehículo y el que esté frente a ti, y disminuye la velocidad unas cinco o diez millas por hora.
- Evita el impulso de pisar con fuerza el pedal del freno. En vez de ello, quita el pie del acelerador, pisa despacio y suavemente los frenos para disminuir la velocidad y finalmente parar por completo.
Hielo negro
Cuando la nieve se derrite durante un día cálido de invierno pero se congela de nuevo durante la noche, puede formarse el llamado hielo negro. No es negro realmente, es simplemente una capa de hielo muy fina y brillante que a menudo es difícil de detectar. De ser posible, cuando creas que puede haber hielo negro no manejes hasta que aumente la temperatura. De lo contrario, maneja a menos del límite de velocidad y aumenta la distancia de separación entre tu vehículo y el que sigues.
Ráfagas de viento
A medida que se acercan los frentes fríos, los vientos incrementan a menudo su velocidad. Los vientos fuertes o ráfagas de vientos pueden afectar el manejo de tu vehículo, aunque estés manejando a velocidades normales. Especialmente después de una nevada, las condiciones tempestuosas pueden ocasionar la caída de ramas, visibilidad limitada y caída de postes eléctricos. Cuando haya ráfagas de vientos, deberías reducir la velocidad de manejo para que te sea más fácil frenar y controlar tu carro. Además, escoge estacionarte lejos de posibles peligros.
Conductores cercanos que pierden el control
Si los conductores cercanos pierden el control de sus vehículos, es muy probable que te pase lo mismo también. Hay dos acciones que te ayudarán. Primero, disminuye la velocidad y pon tanta distancia como sea posible entre tu vehículo y otros vehículos, en caso de que te derrapes o que alguien más pierda el control. Si tu vehículo comienza a patinar, no corrijas la dirección del volante bruscamente. Mejor, quita el pie del freno y gira el volante en la dirección en que esté patinando el vehículo hasta que recuperes el control del mismo. Lo que es más importante aún, si puedes, salte de la carretera y para en un área de descanso u otra área de estacionamiento hasta que puedas evaluar mejor las condiciones del camino.
Parabrisas cubiertos de hielo
Antes de que te pongas en marcha este invierno, asegúrate de que tu sistema de descongelamiento esté funcionando correctamente. Si te das cuenta de que estás teniendo dificultades para mantener el ritmo en condiciones heladas, busca un lugar seguro lejos del tráfico donde puedas hacerte a un lado. Con tu vehículo estacionado pero encendido, raspa el hielo del parabrisas manualmente hasta quitarlo; repite según sea necesario. Una vez que hayas llegado a tu destino, consulta con tu mecánico para asegurarte de que el sistema de descongelamiento esté funcionando correctamente y que el líquido del parabrisas contenga un ingrediente para descongelar.
Nieve que sopla
Cuando encuentres nieve que sopla, tu objetivo principal debería ser salir de la carretera hasta que mejoren las condiciones. Hasta que puedas hacer eso, enciende tus luces delanteras bajas —lo que aumentará la posibilidad de que otros te vean— y trata de seguir a los otros conductores. De ser posible, hazte a un lado de manera segura o sal de la carretera, enciende tus luces de emergencia y espera hasta que el viento y la nieve disminuyan para continuar tu camino. Asegúrate de tener fácilmente accesible un kit de emergencia que esté bien surtido.
Mantente alerta
En cualquier situación de mal clima, si crees que no puedes continuar manejando de forma segura, salte del camino, estaciona lejos del tráfico. Comunícate con las autoridades locales para obtener ayuda en cuanto al pronóstico del tiempo, decidir si debes de cambiar de ruta o conseguir un lugar seguro donde esperar hasta que hayan mejorado las condiciones. Si el pronóstico no parece mejorar, trata de encontrar un lugar seguro donde puedas quedarte por una o dos horas. Además, cuando elijas rutas alternas, trata de evitar puentes y pasos elevados de las carreteras, que tienden a acumular hielo más rápidamente.