Consejos para un manejo seguro bajo la lluvia
Estar detrás del volante con un parabrisas salpicado de lluvia no tiene que ser estresante.
De acuerdo con el Departamento de Transporte de los Estados Unidos, cada año ocurren cerca de 1,235,000 accidentes automovilísticos relacionados con el clima. La mayoría de estos accidentes ocurren cuando está lloviendo (46%) y cuando el pavimento está mojado (70%).
Estar detrás del volante con un parabrisas salpicado de lluvia no tiene que ser una experiencia aterradora y estresante. El primer paso es revisar tus limpiaparabrisas y reemplazarlos cuando empiecen a dejar marcas. Y, aunque muchos de estos consejos pueden parecer simple sentido común, siempre es bueno repasar mentalmente esta lista cuando manejes bajo la lluvia.
Mantente alerta
Mantente alerta. Mantén la concentración. Presta atención a lo que sucede a tu alrededor cuando las condiciones climáticas no son ideales.
Ten más cuidado donde los carriles se unen. Todos los conductores deben manejar de manera preventiva, examinar en torno a su vehículo y en sus puntos ciegos, y tomar precauciones al rebasar vehículos para prevenir choques al incorporarse a la carretera.
Aumenta tu visibilidad encendiendo tus luces delanteras
Lo exige la ley. Todos los estados exigen encender las luces delanteras cuando hay poca visibilidad. Muchos estados también requieren tener las luces delanteras encendidas cuando los limpiaparabrisas están en uso debido al mal clima.
Cuidado con el deslizamiento sobre el agua
Cuando hay exceso de agua en las carreteras, las llantas pueden perder tracción y deslizarse sobre el agua, haciendo que tu vehículo patine sin control. Puede pasar muy fácilmente: conducir a 35 millas por hora o más, con apenas una doceava parte de pulgada de lluvia en la carretera, pone en riesgo de deslizamiento sobre el agua a cualquier tipo de carro, SUV, camión o vehículo de tracción de cuatro ruedas. Las llantas que están muy desgastadas incrementan este riesgo, así que asegúrate de revisar con regularidad la profundidad de la banda de rodamiento de tus llantas.
Tan pronto como empiece a llover, reduce la velocidad. Si empiezas a deslizarte sobre el agua, reduce la velocidad aún más. Empieza por retirar el pie del acelerador para que el vehículo empiece a reducir la velocidad. Luego, empieza a girar lentamente hacia la dirección en la que estás deslizándote hasta que retomes el control. Parece contradictorio pero, en realidad, esto ayuda a que tus llantas se orienten nuevamente en la misma dirección de tu vehículo, para que ambos vayan en la misma dirección. Todo movimiento del volante debe hacerse lentamente. No gires bruscamente el volante o podrías hacer que tu carro se vuelque por una corrección excesiva. Considera tomar un curso de manejo a través de tu Departamento de Vehículos Motorizados local para aprender a conducir de manera más segura sobre carreteras mojadas y poder evitar mejor el deslizamiento sobre el agua. También consulta con tus escuelas de conducción locales, para ver si ofrecen cursos de manejo seguro.
Reduce la velocidad y apaga el control de crucero
Las carreteras mojadas pueden ser las más difíciles para manejar. Durante condiciones secas, la grasa y el aceite de los carros producen una capa en las carreteras y, cuando llueve, esta capa se vuelve extremadamente resbaladiza. Maneja de manera preventiva bajo la lluvia y reduce la velocidad por debajo del límite establecido para prevenir la probabilidad de deslizarte sobre el agua. Incrementa la distancia entre tu carro y el carro que tienes en frente.
Nunca se debe usar el control de crucero cuando esté lloviendo. Si empiezas a deslizarte sobre el agua con el control de crucero activado, de hecho estarás desplazándote más rápido. Pueden pasar un par de segundos antes de que se desactive la función de control de crucero, permitiéndote tomar control de tu vehículo y reducir la velocidad. Esos segundos pueden ser claves.
Frena con cuidado
Una causa importante de los choques de carros durante las tormentas es que los conductores frenan de golpe como si la carretera estuviera seca. La carretera mojada hace que el carro se deslice hacia adelante, a menudo contra la parte trasera de otro carro. Frena gradualmente y con tiempo, para alertar al conductor detrás de ti que estás reduciendo la velocidad.
Evita salpicar
La gran salpicadura que provocas cuando pasas por un charco gigante puede llegar a ser costosa. Si el agua ingresa al compartimento del motor de tu vehículo, puede dañar los sistemas internos. Conduce rodeando los charcos grandes y evita las corrientes de agua. Una vez que hayas pasado de forma segura, pisa ligeramente el pedal de freno para secar los rotores de freno.
Permanece en el carril del medio, si lo hay, para aumentar tu visibilidad, y evita las aguas profundas que suelen formarse cuando el agua lluvia corre por los lados de la carretera.
Manejar bajo la lluvia durante la noche
Manejar de noche cuando llueve puede ser particularmente peligroso debido al resplandor de los carros que viajan en dirección contraria, amplificado por la lluvia en tu parabrisas. Para ayudar a reducir el resplandor, puedes reducir la intensidad de las luces de tu panel de control, evita mirar directamente a las luces delanteras de los vehículos en sentido contrario y limpiar tanto el interior como el exterior de tu parabrisas. Asegúrate de utilizar el sistema de ventilación de tu vehículo para ayudar a mitigar el empañamiento que se forma en el interior de tus ventanas.
Tomar unas precauciones extras puede ayudar a calmar la ansiedad relacionada con manejar bajo la lluvia, haciéndolo más seguro para todos. Si ocurre un choque, asegúrate de saber los pasos a seguir después de un choque.