Trabajar desde casa ofrece bastantes ventajas, desde mayor flexibilidad hasta cero pérdidas de tiempo en viajar al trabajo. Y más y más personas, ya sea que trabajen para sí mismas o para una compañía, están buscando algún arreglo para trabajar desde casa. De acuerdo a una encuesta realizada por Gallup, más del 43 por ciento de los estadounidenses que están empleados trabajan de forma remota al menos una parte del tiempo. Sigue estos consejos para configurar un arreglo para trabajar desde casa que funcione para ti y que además te ofrezca protección financiera.
Elabora un plan para las necesidades financieras de trabajar desde casa
- Considera la ayuda de un profesional para impuestos. Especialmente para los individuos que trabajan por cuenta propia, un profesional de impuestos puede ayudar a establecer buenas rutinas de documentación y explicarte cualquier deducción, gastos y consideraciones financieras de impuestos de los negocios basados en casa.
- Establecer un sistema de rastreo de gastos. Si estás empleado por una compañía, puedes tener ciertos gastos que ellos han acordado reembolsarte. Si trabajas por cuenta propia, es útil entender en cuáles gastos vas a incurrir y cómo los vas a monitorear. Deberías pensar en tener una hoja de trabajo para las deducciones por tener una oficina en casa, una aplicación móvil y también una tarjeta de crédito para negocios.
- Reserva tiempo para la documentación. Incluye una cita semanal en tu calendario para que la dediques a preparar facturas, contratos y otro trabajo de oficina, incluyendo hojas de registro de horario si no trabajas por cuenta propia.
- Protégete. Si tienes un negocio basado en casa, puedes necesitar cobertura de responsabilidad civil así como protección para cualquiera de los bienes (computadoras, etc.) que utilices.
Crea un área apropiada para trabajar desde casa
- Crea un espacio dedicado al trabajo. Es difícil trabajar y compartir espacio, tal como la mesa del comedor, con otros en tu hogar. Y tu trabajo puede requerir que tengas un espacio cerrado para tomar llamadas telefónicas o concentrarte. Si tienes espacio, considera una habitación pequeña (con puerta); de no ser así, al menos separa un lugar para un escritorio dedicado únicamente para tus necesidades de trabajo.
- Invierte en el equipo y el software necesario. Los requerimientos de tu trabajo —impresora, escáner, actualizaciones de seguridad— pueden variar dependiendo de lo que hagas y si trabajas por cuenta propia o si eres empleado de una compañía.
Monitorea la productividad de tu trabajo desde casa
- Fija un horario . El riesgo de trabajar desde casa es que no hay nadie que te sirva de control. Ningún recepcionista monitorea tus entradas y salidas y no hay ningún compañero de trabajo por ahí para compartir reuniones y camaradería. Para contrarrestar eso, fija un horario regular de trabajo para que puedas mantener una línea clara entre el tiempo de trabajo y de no trabajo y alinear esas horas con tus compañeros de trabajo.
- Date un descanso cuando lo necesites. Quizás un día a la semana elijas trabajar desde un café o una biblioteca. Es una excelente manera de romper lo que puede ser un horario monótono en casa. (Solo asegúrate de que el acceso a Internet cumpla con los protocolos de seguridad.)
Cuida tu bienestar
- Sigue el horario de comidas normal, tal como lo harías si trabajaras en una oficina típica.
- Las aplicaciones pueden ayudar a recordarte que te levantes de tu escritorio y te muevas, aunque sea solo para caminar alrededor de la cuadra.
- Sal y ve gente. Si trabajas desde casa, programa de ser posible reuniones de oficina (o únete a ellas) de vez en cuando. Establece una serie de reuniones de almuerzo con clientes, compañeros de trabajo o posibles clientes.