Consejos de seguridad para el calor del verano

El verano es la temporada para disfrutar con la familia y los amigos al aire libre. Pero es importante tener en cuenta que el clima caluroso puede ser peligroso si no se toman las debidas precauciones. De acuerdo con el CDC, se registraron más de 3,000 muertes relacionadas con el calor en Estados Unidos entre el 2018 y el 2020. Por eso es importante tomar medidas preventivas y usar el buen juicio para ayudar a protegerte a ti y a tu familia para tener un verano seguro y feliz.

Cómo mantener tu casa fresca

Considera algunas de estas ideas para ayudar a controlar la temperatura de tu vivienda cuando hace calor afuera:

• Revisa el aire acondicionado: Comprueba que funcione correctamente y que tenga aislamiento. Instalar burletes en las puertas y en los alféizares de las ventanas como parte del mantenimiento de tu vivienda en el verano puede ayudar a mantener el aire frío dentro y el aire caliente fuera.
• Cubre las ventanas: Utiliza cortinas, pantallas, toldos o persianas en todas las ventanas que reciben el sol de la mañana o de la tarde. Esto puede ayudar a reducir el calor que entra en tu vivienda.
• Utiliza los ventiladores estratégicamente: Prueba a hacer funcionar los ventiladores de techo en sentido contrario a las agujas del reloj para forzar el aire hacia abajo y hacer que la habitación se sienta más fresca.
• Cocina con aparatos pequeños: Considera usar ollas de cocción lenta y parrillas de mesa en lugar de hornos y fogones tradicionales para minimizar el calor.
• Fíjate en la ventilación de tu ático: Piensa en la posibilidad de utilizar un ventilador para eliminar el exceso de calor de tu ático, lo que podría ayudar a mantener la temperatura general de la casa.

Cómo estar seguro y mantenerte fresco en un día caluroso

Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte cuando hace calor en verano:

• Bebe mucha agua y otros líquidos: No esperes a estar sediento para hidratarte. Los adultos deberían beber diariamente ocho vasos de agua de 8 onzas cada uno y probablemente necesiten más en días calurosos y húmedos.
• Evita el alcohol, la cafeína y las bebidas carbonatadas: Pueden conducir a la deshidratación y aumentar los efectos de las enfermedades causadas por el calor.
• Consume comidas ligeras y bien balanceadas: Evita los alimentos ricos en proteínas, ya que aumentan la temperatura metabólica y pueden aumentar la pérdida de agua.
• Reprograma tu horario de ejercicios: Consulta el pronóstico del tiempo y evita hacer ejercicio durante las horas más calurosas del día. Si hay una advertencia de calor, es posible que prefieras hacer ejercicio dentro.
• Vístete de forma adecuada: Usar ropa transpirable y de colores claros puede ayudarte a regular la temperatura corporal. Si estás afuera, usar una gorra o un sombrero puede proporcionarte protección adicional para tu cara y tu cuello.
• Controla tu ritmo: Si estás trabajando o haciendo actividades al aire libre, considera tomar descansos de forma regular. Si es posible, trata de encontrar un lugar más fresco o algo de sombra para tus descansos.

Ten cuidado con las enfermedades relacionadas con el calor

• Familiarízate con los síntomas de agotamiento por calor: Presta atención a la respiración superficial y rápida, dolores de cabeza, boca seca, piel pálida o pegajosa, calambres musculares, cansancio, desorientación, sudoración, desmayos, náusea y vómitos. Si tú o alguien a tu alrededor está experimentando algún signo de agotamiento por calor, es posible que quieras consultar a tu médico o acudir a la sala de emergencias.
• Conoce los síntomas de advertencia de un golpe de calor: Los síntomas incluyen mareo, temperatura corporal alta (más de 103 grados Fahrenheit), piel enrojecida, caliente y seca (sin sudor), pérdida de conocimiento, náuseas, confusión, pulso rápido y fuerte y dolor de cabeza palpitante. Busca atención médica inmediata si tú, tu familia o tus amigos están experimentando estos síntomas.
• Mantente informado: Aprende los consejos para prevenir enfermedades relacionadas con el calor.
• Ten cuidado con las quemaduras: Utiliza protector solar para ayudar a proteger tu piel contra los efectos del sol.

Monitorea cómo te sientes tú y los demás

• Comprueba regularmente a las personas de alto riesgo: Vigila a los bebés y niños pequeños, a las personas de 65 años o más, a aquellos que padecen enfermedades físicas o mentales y a aquellos que podrían esforzarse demasiado durante el trabajo o haciendo ejercicio. Estas personas pueden ser especialmente vulnerables en condiciones de calor extremo.
• Nunca dejes ni a personas ni a mascotas en un carro estacionado: Así como tu carro puede sufrir daños por el sol, las personas y las mascotas pueden sucumbir a la exposición al calor muy rápidamente. Así mismo, ten cuidado al entrar en un carro cuando haga calor. Las temperaturas dentro del carro pueden alcanzar de 140 a 190 grados Fahrenheit en 30 minutos en un día caluroso y soleado.
• Los animales necesitan sombra y agua: Las mascotas pueden deshidratarse rápidamente, así que asegúrate de que tengan mucha agua fresca y limpia y un lugar a la sombra para cubrirse del sol. Modera su ejercicio y mételos dentro cuando haga mucho calor.
• Permanece en áreas frescas: Trata de quedarte dentro con el aire acondicionado. Si no tienes aire acondicionado en tu vivienda, considera pasar tiempo en lugares públicos como bibliotecas, centros comerciales y cines, que generalmente tienen aire acondicionado. En el caso de olas de calor extremo, ponte en contacto con tu gobierno local para ver si hay centros de enfriamiento disponibles.

Disfruta del sol de verano con tus amigos y familiares. Recuerda estar preparado, utilizar el sentido común y saber cuándo es el momento de tomarse un descanso. Y como el verano también es una buena época para disfrutar de actividades acuáticas, quizá quieras aprender más sobre natación y consejos de seguridad en el agua o qué cosas deberías tener en cuenta al ir a la playa.