De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), los niveles de contaminación de interiores pueden ser de dos a cinco veces mayores que los niveles en el exterior. Dado que el estadounidense promedio pasa hasta el 90% de su tiempo en espacios cerrados, la calidad del aire de interiores es una preocupación de salud pública.
¿Qué afecta la calidad del aire en interiores?
Para Elliot Horner, PhD, científico principal en UL Environment, "los contaminantes de interiores se pueden agrupar en tres categorías diferentes: gaseosos, particulados y biológicos". Y cada categoría tiene sus propios riesgos, añade Horner.
Examinando los tres tipos de contaminantes
1. Contaminantes gaseosos de interiores
Cuando los contaminantes están en estado gaseoso producen peligrosos efectos secundarios. Las dolencias leves pueden incluir dolores de cabeza e irritación en los ojos. Pero los contaminantes también pueden desencadenar consecuencias mucho más graves, tales como el cáncer e incluso la muerte.
Entre los contaminantes gaseosos más preocupantes se incluyen:
- Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC, por sus siglas en inglés) – Los materiales de construcción y otros artículos domésticos emiten estos químicos, tal como el formaldehído. Las fuentes comunes son las maderas, paneles de yeso, adhesivos, pintura, productos de limpieza, muebles e incluso aparatos electrónicos para el hogar.
- Gas radón – Se encuentra de manera natural en el suelo, y es la segunda causa principal de cáncer de pulmón y es responsable de entre 15,000 y 22,000 muertes al año, según el Instituto Nacional de Cáncer. Obtén más información sobre las pruebas de gas radón en tu hogar .
- Monóxido de carbono – Un gas transparente e inodoro que se produce de manera natural y como el subproducto de la combustión creada por el hombre. Aprende cómo monitorear y prevenir la exposición al gas monóxido de carbono .
2. Contaminantes particulados de interiores
Las partículas líquidas o sólidas ultra finas en el aire pueden penetrar profundamente en los pulmones. Están relacionadas con un mayor riesgo de alergias y ataques de asma. Las partículas comunes son:
- Polen
- Polvo
- Ácaros
- Caspa animal
- Partículas de diésel de tubos de escape que se infiltran desde el exterior
- Humo de segunda mano
3. Contaminantes biológicos de interiores
"Los contaminantes biológicos están casi siempre relacionados con la humedad o con daños ocasionados por agua", dice Horner. La humedad, las fugas en las líneas de agua y las inundaciones son fuentes frecuentes. Pueden causar infecciones y empeorar las alergias y el asma y a menudo producen compuestos VOC menos tóxicos que, sin embargo, siguen siendo motivo de preocupación. Los contaminantes biológicos incluyen:
- Moho
- Manchas de humedad
- Bacterias, casi siempre en relación con los ocupantes
- Virus, siempre en relación con los ocupantes
Puedes mantener un rango saludable y limpiar el aire reduciendo y controlando la humedad en tu vivienda con estos simples consejos.
Detectar un problema
Muchos contaminantes en partículas están a la vista, como el polvo, pero para detectar los otros tipos se necesita hacer pruebas.
"Hay varios análisis científicos para detectar problemas en la calidad del aire, pero son muy costosos", dice Horner. "Sin embargo, hay ciertas pistas que cualquier persona puede detectar también".
Horner sugiere prestar atención a olores fétidos o a humedad, o a irritaciones en los ojos, piel y vías respiratorias entre miembros de la familia. Los kits de prueba disponibles comercialmente pueden ayudarte a identificar problemas potenciales. Si sospechas que estás enfrentando un problema más serio, comunícate con un asesor ambiental o con tu departamento de salud local o estatal para obtener ayuda.
9 consejos para una mejor calidad del aire en interiores
La contaminación del aire no se limita al exterior. La humedad, los olores, los gases, el polvo y un sinfín de otros irritantes pueden afectar también la calidad del aire en interiores. Prueba estos consejos para ventilar el aire de tu hogar para que tú y tu familia puedan respirar mejor.
- Abre las ventanas – La mayoría de los sistemas de calefacción y de refrigeración hacen recircular el aire interior. Cuando el clima lo permita, dale un descanso a tu sistema y deja que entre el aire fresco. Abre las ventanas y coloca ventiladores estratégicamente para ayudar a que entre el aire fresco.
- Pon en marcha los extractores de aire – Enciende el extractor de la cocina para ventilar los contaminantes cuando cocines, y el extractor del baño para evitar el exceso de humedad que produce moho y los vapores peligrosos que emiten los productos de limpieza. Deja el extractor encendido unos 45 minutos.
- Utiliza felpudos – Ayudan a evitar la entrada de polvo y otros contaminantes del exterior. Debes tener dos tapetes de fibras naturales, uno para el interior y el otro para fuera de la entrada principal. Y no permitas que se usen zapatos en casa.
- Haz una prueba de radón – Los kits para pruebas que puedes realizar tú mismo están disponibles en línea y en tu ferretería local, y son económicos y fáciles de usar.
- No ocultes los olores – Las velas aromáticas y los aerosoles también pueden irritar los pulmones. Encuentra la fuente del olor, elimínalo, luego ventila bien hasta que haya desaparecido.
- Usa un deshumidificador – Mantén la humedad por debajo del 50 por ciento para mantener a raya el crecimiento de moho. Limpia tu deshumidificador regularmente, para que no pase de ser un amigo reductor de humedad a convertirse en un enemigo generador de moho.
- Pasa la aspiradora regularmente – Reducirás la cantidad de polvo y otros contaminantes que quedan sueltos al caminar. Invierte en una aspiradora de calidad con un filtro HEPA (filtro para Partículas de Aire de Alta Eficiencia), especialmente bueno para atrapar hasta las más pequeñas partículas de polvo y suciedad.
- Hazlo afuera – Pintar, lijar, pegar —cualquier cosa que genere partículas, gases u otros contaminantes— debe hacerse afuera. Si es imposible hacerlo afuera, abre una ventana cercana y coloca un ventilador que extraiga el aire. Limpia rápidamente y bien después de terminar tu proyecto.
- Monitorea tu calidad de aire – Hay aparatos que pueden monitorear la temperatura y la humedad para ayudarte a entender cómo tu vivienda puede afectar tu salud.