Consejos sobre lo que puedes hacer tú mismo para el manejo de plagas y control de fauna silvestre
¿Cansado de lidiar con animales subterráneos y fauna silvestre dañina? Prueba estas ideas para el control de la fauna silvestre.
Los topos, ratones de campo, ardillas terrestres, marmotas, varias plagas y animales subterráneos de todo tipo —viven entre nosotros—. No importa cuán vigilante estés, los agujeros reveladores y senderos en tu jardín te permiten saber cuando las madrigueras y la dañina fauna silvestre han decidido mudarse a tu vecindario. Si los bichos están acampando en tu jardín y causándote problemas, no te preocupes —hay consejos para el control de la fauna silvestre para deshacerse de ellos sin tener que hacerlo al estilo de Elmer Gruñón—.
Pon trampas. Las trampas son consideradas como el modo más práctico y eficaz para deshacerse del problema. Solo prepárate para lidiar con lo que encuentres una vez que las trampas funcionen. Asegúrate de consultar con tu agencia local de fauna silvestre sobre el uso de trampas y respeta las normas que limiten su uso.
Prueba productos químicos. Piensa en el control de plagas que repele con un tratamiento simple de agua y jabón. Intenta añadir dos cucharadas de jabón de vajilla a un galón de agua y rocíalo sobre tu césped. Algunas personas añaden unas pocas onzas de aceite de ricino como repelente extra para la dañina fauna silvestre.
Utiliza un método de barrera. Entierra la malla de alambre (también llamada tela de alambre) de dos a tres pies de profundidad alrededor del perímetro de tu jardín, dejando que medio pie sobresalga del suelo, lo que hace que esta sea una mejor opción para céspedes más grandes. (Ten precaución cuando camines alrededor del patio —banderas o cintas de colores brillantes pueden ayudar a evitar el peligro de tropezarse—).
Cambia a jardinería naturalmente repelente de roedores. Algunas plantas son nocivas para algunos roedores; por ejemplo, los narcisos, los alliums y las caléndulas repelen naturalmente a los topos.
Sácalos con agua. A nadie le gusta que entre agua en su vivienda, y estas plagas no son diferentes. Si has intentado otros métodos y no has tenido éxito, intenta expulsar a estos visitantes indeseados de sus viviendas con agua. Vierte agua en sus madrigueras para obligar a las plagas a salir. Recuerda tener trampas preparadas para que no se vean obligadas a mudarse a una nueva madriguera en tu jardín. Si las leyes locales permiten la reubicación, querrás trasladarlas a un nuevo ambiente que respete a los animales, lejos de tu patio.
Piensa como el enemigo. Entender el comportamiento de los roedores puede ayudarte a detenerlos. Por ejemplo, si los topos son tu problema cualquier trampa que pongas necesita rodear el túnel por completo: Cuando el topo se encuentra con un obstáculo, es probable que trate de excavar a su alrededor. Necesitarás examinar los patrones de sus túneles detalladamente para determinar cuáles son viejos trayectos y cuáles están actualmente activos.
No te desanimes si te toma tiempo averiguar cuál es el mejor método para tu jardín —una vez que tengas tu fauna silvestre bajo control y una rutina de manejo de las plagas para deshacerte de ellas— podrás darte cuenta que tu patio está más fértil, mejor aireado y tiene mejor drenaje que nunca. ¡Gracias, madre naturaleza!