Con planes de jubilación calificados, tales como los 401(k), puedes llevarte contigo tus ahorros para la jubilación cuando dejes tu trabajo. Ya sea que dejes a tu empleador para cambiar de trabajo o para estar un tiempo fuera de la fuerza laboral, puedes tener un mayor control de tus fondos con la reinversión de tu antiguo 401(k) en una Cuenta de Jubilación Individual (IRA, por sus siglas en inglés).
Explora tus opciones
Cuando dejas un trabajo tienes cuatro opciones para tu cuenta del plan de jubilación. Puedes:
- Mantener tu dinero en el plan actual, si tu empleador lo permite (algunos no lo permiten, especialmente para cuentas con saldos bajos).
- Mover tu dinero al plan de jubilación de tu nuevo empleador (si hay uno disponible).
- Reinvertirlo en una cuenta IRA.
- Sacar el efectivo. Sería buena idea que consultes con tu asesor fiscal antes de hacerlo. Al sacar el efectivo probablemente tendrás que pagar impuestos sobre esa cantidad, incluyendo un 10% de multa fiscal si eres menor de 55 años, y hacerlo puede reducir tus ahorros para la jubilación.
Si dejas tu dinero en el plan de tu antiguo empleador o lo mueves al plan de un nuevo empleador, estarás limitado a las reglas u opciones de esos planes y las opciones que ofrecen. Generalmente puedes retirar fondos de un 401(k) sin una multa fiscal del 10% por retiro anticipado si dejas a tu empleador a partir de los 55 años. Con una cuenta IRA generalmente debes esperar hasta tener 59 años y medio de edad para retirar fondos y así evitar una multa fiscal del 10% por retiro anticipado. Además, en la mayoría de los casos ya no podrás hacer contribuciones o tomar un préstamo, y probablemente tendrás que pagar cargos adicionales por servicio o cuotas administrativas, junto con la posibilidad de imposición de límites sobre las transacciones.
Entonces, dependiendo de tus circunstancias, mantener los fondos allí puede ser una buena idea.
Reinvertir en una cuenta IRA puede significar crecimiento con impuestos diferidos
Una reinversión te permite sacar tu distribución para la jubilación y moverla a una institución que ofrezca cuentas IRA, como State Farm®. Tu cuenta continúa creciendo con intereses diferidos, mientras mantienes control y flexibilidad con tu dinero.
Podrías tener una amplia gama de opciones de inversión, incluyendo algunas que los empleadores quizá no ofrezcan, tales como fondos de inversión, anualidades y Certificados de Depósito (CD, por sus siglas en inglés). También puedes simplificarte la vida financieramente moviendo la cuenta a una compañía en la que ya tengas fondos o, inclusive, una IRA ya existente.
Cuando se reinvierte un 401(k) en una IRA es importante hacer una comparación completa de las diferencias entre las garantías y protecciones ofrecidas por cada tipo de cuenta y también de las diferencias en liquidez/préstamos, tipo de inversiones, tarifas y cualquier multa posible.