Empaca el almuerzo y empaquétate unos ahorros
Comer fuera llega a ser un gasto importante, especialmente cuando es un hábito diario. Intenta llevar el almuerzo al trabajo en lugar de comprar para ver cómo aumentan tus ahorros.

Beneficios de costo al llevar tu almuerzo
Empacar un almuerzo no es solamente para niños. De hecho, es una estrategia de ahorro de dinero muy adulta. Aunque salir a comer durante la jornada laboral puede parecer habitual o ser un punto positivo durante el día, existen otras formas de disfrutar la hora del almuerzo. Aún podrías socializar, dar un paseo y disfrutar de una comida con compañeros del trabajo sin gastar dinero varias veces a la semana. De hecho, el estadounidense promedio gasta alrededor de $3,000 al año en salir a comer. Ahora, piensa cuántas veces en promedio comes fuera de casa y, en cambio, imagina esa cantidad en tu cuenta de ahorros. Suena bastante bien, ¿no?
Beneficios para la salud de empacar tu almuerzo
¿Vigilas tus carbohidratos o calorías? ¿Qué tal el sodio? ¿Has echado un vistazo al valor nutricional de algunos alimentos para llevar? Podrías asustarte. A menudo, la mayoría de esas opciones son porciones procesadas y de gran tamaño. El almuerzo promedio en un restaurante tiene sorprendentemente 827 calorías.
Llevar tu propio almuerzo te permite tomar decisiones más saludables. Las tiendas de comestibles ofrecen opciones más orgánicas y saludables para que puedas cargar tu lonchera y comer más saludable tanto en el trabajo como en el hogar.
Más allá de la bolsa de papel
Si no estás seguro de cómo hacer que la comida casera se sienta menos como de "bolsa de papel", intenta un método diferente. Con un poco de planificación, puedes preparar una comida deliciosa y saludable para llevar. Hoy en día, hay innumerables formas de empacar un almuerzo agradable. Con la ayuda de blogs, Pinterest, sitios de cocina e incluso tus amigos, puedes pensar más allá de la bolsa de papel.
- Preparación de comida – Intenta preparar varias comidas en una sola sesión de cocina. Por ejemplo, si preparas un montón de salteado, puedes comerlo en el almuerzo, un par de veces durante la semana. Tendrás el almuerzo listo para llevar, lo que facilitará un poco los días de entre semana.
- Intercambio de almuerzos – ¡Invita a un amigo del trabajo y planeen preparar comidas, luego intercambien! Si hablas de tus preferencias y hábitos alimenticios con anticipación, te encontrarás gratamente sorprendido con un almuerzo preparado para ti. ¡Y viceversa! Además, puedes mostrar tus habilidades culinarias.
- Combinaciones – Elige un tema cada semana y desafíate a ti mismo cocinando en esa categoría. Por ejemplo, podrías decidir "viajar por el mundo" en un mes y probar comidas tradicionales de varios países. De esta manera, tus comidas no caerán en una rutina aburrida y es posible que aprendas algunas habilidades culinarias en el camino.
¿Y el café?
Es fácil tomar esa taza de café en tu cafetería favorita todas las mañanas. Y tal vez incluso tomes otro más tarde en el día. Ese café podría costarte alrededor de $1,500 al año. ¿Por qué no combinarlo y ahorrar un poco de dinero? Muchas cafeterías ahora venden sus propias bolsas de granos o café molido. Aún puedes apoyar a los locales comprando el café en bolsas, llevándolo a casa y preparando tu propia taza de Joe por las mañanas. Invertir en una buena cafetera y luego hacer tu propio café antes de irte al trabajo podría ahorrarte cientos de dólares cada año — clin, clin ahorros para ti.
Empacar un almuerzo puede ser agradable, especialmente si piensas más allá de la mantequilla de maní y la mermelada. Además de ahorrar dinero, puedes aprender una nueva habilidad para cocinar, comer alimentos más saludables y socializar con diferentes personas en el trabajo. Eso es una victoria por cuatro.
Siguiente consejo: Pequeñas metas consiguen grandes victorias. Si las metas son difíciles de lograr, se convierten en inalcanzables. Intenta disminuirlas para que sean de tamaños manejables y más fáciles de lograr.